15 marzo, 2007

Al obispo de Huesca, de Benjamín Forcano

CARTA AL SR. OBISPO DE HUESCA Y DE JACA

Mons. Jesús Sanz Montes: tengo a la vista su Carta dirigida a los fieles del pasado 11 de marzo. Esté tranquilo que no voy a caer en la tentación de discutirle lo que en ella dice. Quiero que Vd. mismo se confronte, y confronte lo que ha escrito, con lo enseñado por la autoridad magisterial de la Iglesia.
Mi argumento es de palabras del Magisterio oficial, del que Vd. hace ejercicio y que los fieles pueden demandarle por corresponder a su oficio. Véalo si no.
El Vaticano II tiene escrito:

1.Los ciudadanos pueden legítimamente inclinarse en política hacia soluciones diversas. Deben, por tanto, reconocer la legitimidad de opiniones discrepantes y respetar a los ciudadanos que, aun como grupo, defienden su manera de ver.
2. Todas las modalidades políticas deben tender a formar un hombre culto, pacífico y benévolo respecto a los demás. (Cfr. GS, 74).
3. A nadie le es lícito, en casos de que los fieles juzguen sobre lo mismo de distinta manera, invocar la autoridad de la Iglesia en su favor propio (GS, 43) .
4. Los Obispos españoles en Asamblea plenaria de 1973 escriben: “Los obispos españoles pedimos encarecidamente a todos los católicos españoles que sean conscientes de su deber de ayudarnos , para que la Iglesia no sea instrumentalizada por ninguna tendencia partidista, sea del signo que fuere. Queremos cumplir nuestro deber libre de presiones. Queremos ser promotores de unidad en el pueblo de Dios educando a nuestros hermanos en una fe comprometida con la vida, respetando siempre la justa libertad en materias opinables” (Asamblea Plenaria, (17ª) 1973).
5. “Los obispos deben reunir la familia de Dios como una fraternidad , animada hacia la unidad (LG, 28).
6. Los ciudadanos de cualquier país están obligados a obedecer la autoridad según un orden legítimamente establecido.

. Ante este sumario elemental, los lectores de su carta, creo que están en el derecho de poder preguntarle:
1.¿Admite Vd. que hay soluciones políticas legítimamente diversas
2. ¿Se siente Vd. cumpliendo con el deber de ir formando hombres cultos, pacíficos, benévolos?
3. ¿No considera haber traicionado su deber de Pastor al decantarse en favor de un partido - el PP- , y dejarse instrumentalizar por él?
4. ¿Cumple Vd. con su misión de promover la unidad fraterna del pueblo de Dios?
5. ¿Está seguro de no estar incitando a la desobediencia de la autoridad legítima?

Cuantos le han leído coinciden (por cierto con furia) en que Vd. ha tomado partido, -partido político- y se ha limitado a repetir tópicos y más tópicos que son habituales en ese partido. Ningún argumento, ninguna afirmación probada, menosprecio y descalificaciones para cuantos se sitúan en la disparatada política del PSOE.
Así es que, por estar Vd. guiado por el pre-juicio, es decir, por una ciega parcialidad inamovible, lo prudente era irle por otro camino: no por el de la razón sino por el del respeto y obediencia al magisterio oficial. Porque si no, ¿con qué autoridad puede Vd. demandar luego obediencia al pueblo cuando, como representante de ese magisterio, le propone sus enseñanzas?
Ultima pregunta: ¿Tiene para Vd. alguna aplicación práctica el saludo inicial de su carta “Queridos hermanos y amigos: paz y bien” o es mera retórica?

Benjamín Forcano
Sacerdote y teólogo

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