09 julio, 2009

VIOLENCIA CONTRA POBLACIÓN CIVIL EN EL ESTE DEL CONGO

COMUNICADO

DE LA FEDERACIÓN DE COMITÉS DE SOLIDARIDAD CON ÁFRICA NEGRA


LA VIOLENCIA CONTRA POBLACIÓN CIVIL EN EL ESTE DEL CONGO,

UNA ESTRATEGIA QUE PREPARA

LA ANEXIÓN DE ESTA REGIÓN A RUANDA

La guerra que azota la República Democrática del Congo y que ha causado ya más de cinco millones de muertos, se está recrudeciendo. El resultado: más muertes de civiles, violaciones masivas y destrucción del tejido productivo de algunas de las provincias del Este del Congo.

Las dos últimas guerras sufridas en este país, en los años 1996 y 1998 fueron planificadas y apoyadas logísticamente por los EEUU para asegurarse el control de los recursos mineros del centro de África. Los ejecutores directos fueron los países aliados de la zona. Uno de ellos, Ruanda, resguardándose bajo el paraguas de silencio tejido por los países occidentales, continúa hoy ejecutando una política destinada a anexionarse importantes territorios de la región del Kivu.

El gobierno ruandés, en su política de expansión, ha conseguido ya el mando de las administraciones civiles de las provincias congoleñas de Kivu Norte y Kivu Sur a través de miembros de los grupos rebeldes que han sido “reinsertados” en las instituciones con la complicidad de la comunidad internacional, ya que el último informe del panel de expertos de la ONU ha dejado bien claro, nuevamente, la implicación de Ruanda en el Este mediante su apoyo directo a los grupos rebeldes. Tiene también el control de parte del ejército gubernamental allí estacionado y ello gracias a la implicación de importantes redes de funcionarios congoleños corruptos cuyas ramificaciones pueden llegar hasta la presidencia de la República, en Kinshasa

La política expansionista de Ruanda le ha llevado a hacer todo lo posible para expulsar a la población congoleña de la zona de los Kivus y permitir así su sustitución por población ruandesa. Una estrategia muy importante para llevar a cabo ese objetivo ha sido la utilización de un gran número de grupos guerrilleros, -de muy variado signo e incluso, a veces, aparentemente antagónicos- que matan, violan, roban, aterrorizan y destruyen toda actividad productiva. De esa forma obligan a las gentes a huir de sus poblados y a ser cada vez más dependientes de Ruanda. El incremento de los ataques por parte de estos grupos desde principios de julio 2009 está dentro de esa lógica.

El alto número de víctimas que, desde 1998 al 2003 ha habido en territorio congoleño sólo puede explicarse por una estrategia planificada previamente y destinada a eliminar el mayor número posible de población civil congoleña. A esta conclusión han llegado numerosas organizaciones de la sociedad civil, quienes denunciaron en su momento que los ataques de los grupos guerrilleros se hacían coincidir con el momento de la cosecha y causar así un mayor perjuicio provocando la penuria y el hambre entre la población refugiada. Así lo ha considerado también la Audiencia nacional española ante los testimonios de militares ruandeses, testigos protegidos. Así lo hace constar el juez en su auto emitido el 6 de febrero del 2008 en el que acusa de genocidio a numerosos altos cargos civiles y militares del actual gobierno ruandés.

Esta guerra se ha querido presentar como “cuestiones tribales” y enfrentamientos provocados y financiados por multinacionales interesadas en el coltán, pero en realidad ha sido una guerra programada por Ruanda para obtener el control de las provincias más ricas del Congo en coltán y casiterita.

Esta guerra se acabaría rápidamente si los países occidentales cortasen el flujo de ayuda económica al gobierno ruandés. Eso es lo que hicieron Suecia y Países Bajos, al ser evidente que Ruanda estaba financiando los grupos rebeldes y favoreciendo las masacres de la población civil.

Asimismo, los países occidentales deben exigir a Ruanda que resuelva de manera definitiva el problema de las FDLR, fuerzas rebeldes hutu, escondidas en territorio congoleño desde el genocidio de Ruanda, hace ya más de 14 años. Dado que una solución militar a este problema ha demostrado ser inviable y sólo ha conducido a más masacres y violaciones de la población civil, urge una solución negociada. Los países occidentales deben dejar de actuar con un doble rasero y exigir a Ruanda lo mismo que se ha exigido y se exige a otros países africanos enfrentados a situaciones similares: que resuelva YA la cuestión de los refugiados hutu ruandeses en el Congo ofreciéndoles una posibilidad real de retorno a su país, mediante un diálogo abierto y pacífico.

Hemos podido elaborar este comunicado gracias a las noticas que nos envían nuestros amigos congoleños. Nos unimos a su grito de sufrimiento, y queremos que este grito rompa el silencio impuesto por los intereses económicos y políticos, tanto africanos como occidentales.

Os agradeceríamos que difundierais lo más posible este comunicado.

Your browser may not support display of this image.

Federación de Comités de Solidaridad con África Negra


Madrid a 7 de Julio de 2009

06 julio, 2009

Victima mortal en el regreso de Zelaya a Honduras

Domingo, 5 de julio

Ocurrió lo que se temía. Un grupo de militares disparó contra la multitud en un momento de especial tensión, mientras se esperaba la llegada del presidente depuesto en las inmediaciones de la terminal aérea. Un joven de 19 años, que había viajado desde un departamento interior para la marcha de hoy, es la primera víctima mortal que deja el golpe militar en Honduras.

En horas de la mañana se celebraba una misa en las instalaciones de Radio Progreso, transmitida por esta emisora a toda la ciudadanía. El jesuita Ismael Moreno declaraba públicamente que respeta a la jerarquía católica pero que no se siente representado por las declaraciones del Cardenal, ni reconoce aquellas como una orientación pastoral valida en estas circunstancias. Los asistentes rompieron en un largo aplauso que recuerda las homilías de Monseñor Romero. El acto estuvo plagado de momentos emotivos y, a pesar de los difíciles momentos por los que atraviesa Honduras, y en particular, esta emisora, flotaba en el ambiente una esperanza renacida de que otro país es posible.

Un malicioso dicho hondureño afirma que en este país “el plomo flota y el corcho se hunde”. Efectivamente, la historia nacional está plagada de paradojas y este domingo vivimos una que pasará a los anales de la historia local. Zelaya, ciudadano sobre el que pesan graves acusaciones judiciales y una orden de captura, no sólo no es perseguido sino que se rechaza su entrada en el país. Resulta evidente que el gobierno provisional no busca evitar la confrontación por razones humanitarias, sino que se siente cada vez más inseguro ante el creciente descontento de un importante sector de la población.

A estas horas, Mel ha recuperado su característico sombrero y de esta guisa da una rueda de prensa en San Salvador. Le acompañan cuatro presidentes y el secretario Insulza. Es el colofón a una jornada laberíntica, más propia de un thriller de Hollywood que de la vida institucional de un estado moderno.

En la tarde de este domingo, casi simultáneamente, sucedieron tantos acontecimientos relevantes, que resultaba muy difícil estar atento a todos los frentes. Dos aviones vuelan desde Washington: uno, de matricula venezolana, se dirige hacia Honduras sin permiso para aterrizar, con Miguel D`Escoto, presidente de la Asamblea de la ONU, y Mel Zelaya a bordo; el otro, el avión presidencial argentino, traslada a su titular, Correa, Lugo e Insulza rumbo a San Salvador, desde donde se quiere poner en marcha una operación diplomática de urgencia, como una especie de retaguardia al regreso de Zelaya; a esa misma hora , en una rueda de prensa en la que comparece el presidente actual y su equipo diplomático, Micheletti acusa sin pruebas a Nicaragua de estar moviendo tropas en la frontera con Honduras al tiempo que, confusamente, ofrece su disposición para negociar nuevamente con la OEA sin aclarar con qué intenciones o en qué términos. Daniel Ortega rechaza inmediatamente desde Managua las acusaciones. Por si fuera poco Zelaya se comunica vía teléfono desde el avión con los periodistas y va desgranando sus reflexiones a medida que se acerca al espacio aéreo hondureño. En un arranque emotivo muy de su estilo, llega a permitirse decir que si tuviera un paracaídas se tiraría para encontrarse con su pueblo, ante la imposibilidad de aterrizar. Abajo miles de civiles rodean el aeropuerto y, al interior de este cerco humano, cientos de militares ocupan la pista haciendo imposible el aterrizaje.

Analizar en su complejidad todo lo ocurrido en esta tarde llevará varios días. Pero es posible vislumbrar que los golpistas han perdido hoy terreno y su gobierno sale debilitado de este fin de semana. En la rueda de prensa que su gabinete brindo esta tarde, Micheletti perdió la calma ostensiblemente con una periodista que puso en cuestión que se le pudiera llamar presidente electo. Salió al quite y nos regaló de nuevo una prolija e incomprensible reflexión más propia de Cantinflas que de un canciller. El presidente vuelve a enrojecer y apenas puede contener su cólera cuando se le pregunta por las presiones que supuestamente está recibiendo por parte de empresarios que apoyaron el golpe hace una semana y que estarían empezando a retirarle su apoyo.

La tesis de que la unidad empresarial se rompe la sostuvo en Radio Globo esta mañana David Romero, conocido periodista capitalino. El rumor no se ha confirmado pero, en cualquier caso, por lo visto y sentido en esta tarde, cabe deducir que el gobierno está perdiendo apoyo, incluso entre las propias fuerzas armadas. Otro de las especulaciones del día fue que algunos coroneles mandaron a sus hombres retirarse ante el avance de las masas. Aun cuando hay razones para suponer que los golpistas se desmoronan ante la presión externa e interna, el nuevo régimen, como un animal herido, podría reaccionar en las próximas horas con mucha más dureza de lo que lo ha hecho hasta ahora. Hay condiciones dadas para jugar la baza del enemigo exterior y, de hecho, hoy el toque de queda se adelanto 3 horas y media sobre lo previsto.

Mañana, por noveno día consecutivo, la población que resiste el golpe se reunirá en horas de la mañana para volver a marchar sobre la capital. Sin duda, nadie esperaba que las acciones de los militares y los golpistas fueran a tener una respuesta tan intensa, organizada y, sobre todo, tan prolongada, por parte de una población hondureña que se ha caracterizado históricamente por una cierta pasividad en su participación en la vida pública. Pero muchas tendencias parecen quebrarse en esta semana. La única que tristemente se perpetúa es la absoluta incapacidad de la clase política hondureña para avanzar en un diálogo constructivo y su escasísimo talante democrático. Zelaya y Micheletti, con dos estilos muy diferentes, son dos caras de una misma moneda. Pero un día más hay que decir que la restitución del primero es condición sine qua non para entablar un diálogo nacional de más amplio alcance, que nos permita superar la partidocracia actual y soñar con una Honduras diferente.

Juan Carlos Gil Rupérez
C/ Pablo Aranda, 3 28006 Madrid
Tfno: 91 5902672 (ext. 347) Fax: 91 5902673

Fundación Entreculturas
Escuelas que cambian el mundo
www.entreculturas.org

02 julio, 2009

Por la democracia contra el golpe de Estado en Honduras

Por la democracia contra el golpe de Estado en Honduras

Zaragoza, 1 de julio de 2009

Las organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos de Zaragoza, España, ante el golpe de estado perpetrado por los militares en la República de Honduras el pasado 28 de junio, manifestamos:

1. Nuestra enérgica condena al golpe de Estado contra el legítimo presidente de la República de Honduras, Manuel Zelaya, lo que supone una violación a la voluntad del pueblo hondureño por quien fue elegido.

2. Nuestra solidaridad con las y los ciudadanos y movimientos sociales hondureños que están luchando en las calles y en defensa de la democracia en medio del hostigamiento, la represión y la censura informativa impuesta por los golpistas.

3. Nuestra repulsa a los golpistas por sus actos ilegítimos y por ser los mismos que por décadas han respondido con represión, asesinatos y desapariciones de líderes sociales, cuando los movimientos sociales han desarrollado luchas, como ahora, en defensa de la libertad, la construcción de una sociedad justa y la superación de la extrema pobreza que padece más del 65% de la población, entre otras.

4. Que aceptar un golpe de estado en Honduras puede ser un precedente peligroso para los gobiernos de toda América Central dada la actual situación en El Salvador y Guatemala donde los militares, al servicio de la oligarquía, aún conservan mucho poder y por décadas constituyeron regimenes dictatoriales.

Ante esta situación, demandamos:

a) La restauración inmediata del orden democrático y del Presidente Zelaya respetando la soberanía del pueblo que fue quien lo eligió y que el peso de la justicia caiga sobre todos los traidores.

b) El respeto a la integridad de todas y todos los ciudadanos, libre expresión y movilización y la puesta en libertad inmediata de aquellos que han sido secuestrados o detenidos.

c) A los medios de comunicación del estado español que den un abordaje objetivo de los acontecimientos en Honduras. Y nuestra mayor repulsa ante los medios que incluso abiertamente aplauden el golpe o que dan como veraz la voz de los usurpadores.

d) Al gobierno del estado español, así como a la Unión Europea que ejerza de forma efectiva los mecanismos que tiene a su alcance para contribuir a restablecer el estado de derecho en Honduras y la garantía que las y los líderes sociales y la población en general no sigan siendo objeto de represión. Y a no reconocer a ningún otro gobierno que no sea el de Manuel Zelaya, tal y como lo manifiesta la declaración de las Naciones Unidas, retirando de inmediato a todos los embajadores de Honduras

Nadie debe Obediencia a un gobierno usurpador!!!

01 julio, 2009

"El País": cómo te escondo el golpe en Honduras

Puntos de vista distintos siempre los ha habido y los habrá… Tal vez para algunos en Honduras es el ejército el que está salvando a la patria del comunismo (¿no he oído esto en otro sitio antes?), pero es indispensable estudiar cómo explica lo que está aconteciendo ahora en Tegucigalpa el periódico madrileño El País, única fuente en la que se suele basar el parecer de muchos comentaristas europeos de América Latina.

di Gennaro Carotenuto (traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti)
Analizando detalladamente la información de El País se observa que se salta rápidamente la legitimidad de la diversidad de los puntos de vista para adentrarse en el territorio de lo falso y tendencioso. El diario español nos brinda una lección impagable de desinformación.

1. Para empezar, desaparece por completo el golpe de estado. El término, la idea misma de golpe, se ha borrado, ni se mienta. Poco le importa a El País que la propia ONU lo haya condenado como tal. Basta con no mencionar a la ONU. Al contrario (como si no fuera lo mismo) es el ejército el que se moviliza en solidaridad con su jefe de Estado Mayor, destituido injustamente. En El País han olvidado evidentemente el 23 de febrero de 1981 y sienten que pueden jugar y engañar a los lectores sobre asuntos tan serios.


2. En el mismo artículo desaparece por completo que el objeto de la contienda es un referéndum que debería conducir a la convocatoria de una asamblea constituyente. Al contrario, sencilla y textualmente se dice: “El presidente del país centroamericano, Manuel Zelaya, quiere reformar la Constitución para seguir en el poder”. Por tanto, el ejército, en respuesta a una vieja concepción propia del franquismo, al que El País se oponía, sería el tutor del Estado (por cuenta de las clases dirigentes), de ahí que esté legitimado para intervenir.


3. Por enésima vez, cuando un dirigente latinoamericano elegido democráticamente quiere convocar una asamblea constituyente, El País se posiciona en contra con un único argumento: lo hace por sed de poder. Como si en América Latina las constituciones del S.XX hubieran garantizado democracia, desarrollo, derechos y justicia social.
4. No podía faltar lo último de lo último: la moda Twitter. El País invita a seguir la crisis hondureña a través del canal twitter del diario La Prensa, que, mira por dónde, está en contra del presidente legítimo. Obviamente no se toma la molestia de señalarlo.


5. Así pues, no fue el general Romeo Vázquez (remito a mi artículo con otro punto de vista), jefe de Estado Mayor, quien decidió incumplir las órdenes del presidente, sino el presidente quien lo destituyó por las buenas para hacer que se cumpliera su plan “ilegal” al que el general se negó en nombre de la democracia. El hecho de que luego el general Vázquez, jefe de las fuerzas armadas, tenga el apoyo del ejército y que lo saque a la calle contra el presidente que lo destituyó, a El País no le parece mínimamente subversivo. Se trata tan sólo de la prueba de que Zelaya no lleva razón. ¿Cuántas divisiones tiene Zelaya? Pinochet, Franco y Stalin ya lo decían: la fuerza puede más que la razón.


6. Se describe a Zelaya de modo irrisorio como “un populista de familia bien”, que estaría del lado de los pobres por afán de poder. A continuación, más pruebas de cómo se usa la fisonomía para denigrar al personaje. “Parece un mariachi”, “ se parece a[l presidente mexicano Vicente] Fox”. Denigrar a un personaje público por sus rasgos físicos no es sólo mal periodismo: es hasta pueril.


7. El clímax se alcanza cuando se empaña la fama de incorruptible de Zelaya lanzándole una acusación de corrupción (que no se acaba de especificar) nada menos que de Otto Reich, personaje del que nada más se dice. Lo haremos nosotros: ex subsecretario para América Latina de Ronald Reagan y George Bush padre, padrino de terroristas, organizador de golpes de estado, defensor de torturadores, defensor de las peores dictaduras y defensor de violaciones de derechos humanos. En El País saben de sobra quién es Otto Reich, pero lo importante era salpicar de barro la figura de Zelaya.


8. Si El País censura la defensa de Zelaya y la denuncia del golpe que hizo la ONU, ¿a quién le endilgan el papel de defensor de oficio del “corrupto populista con dinero y apetito de poder”? ¡Pues nada menos que a Fidel Castro! ¿Quién mejor que el viejo dictador cubano, a quien El País lleva treinta años pintando como al diablo en persona, para ayudar [a denigrar] la causa de Zelaya?

No sabemos cómo terminará esta historia de Honduras, pero lo analizado demuestra una vez más que el periódico El País, el mismo que estos días pretende recobrar legitimidad democrática atacando a diario a Silvio Berlusconi, prepara a sus lectores de centroizquierda para digerir un golpe de estado presentándolo como una solución legítima.

No sería la primera vez. Apoyó el fallido golpe de estado en Venezuela el 11 de abril de 2002. Mucho tiempo después, el actual ministro de Exteriores de un gobierno al que El País apoya, Miguel Ángel Moratinos, denunció el papel del gobierno de José María Aznar en aquel crimen, y El País quedó desacreditado. Más adelante emprendió la defensa sin medias tintas de Felipe Calderón en México negando una y otra vez que en las elecciones de 2006 pudiera haberse cometido un fraude electoral, desinformando o negando información sobre millones de mexicanos que (como en Irán ahora) protestaban (con razón o sin ella) contra dicho fraude. Por último, por ceñirme a los casos más escandalosos, apoyó con fiereza la subversión secesionista en Bolivia. Ahora vuelve a negar la existencia de un golpe y a ocultar a sus lectores información fundamental -quién y por qué respalda a Zelaya-, a soslayar principios democráticos básicos como el de la obediencia de los militares a los gobiernos civiles, y a olvidar por completo la deontología periodística más elemental.

Si esto es información…

Entreculturas: Información sobre Honduras

El amanecer del pasado domingo nos sorprendió con la noticia del derrocamiento del Presidente de Honduras, Manuel Zelaya. Los militares invadieron su morada y se lo llevaron, no solo de allí, sino del país. En ropa de descanso, el Presidente se encontró raudamente en Costa Rica. Era, evidentemente, muy importante para los golpistas tenerlo fuera de Honduras para evitar que su presencia estimulara la movilización y el apoyo popular a su restitución inmediata.

No repetirían los “errores” de Venezuela; esta vez la ira de la reacción elaboraría mejor su impotencia de clase y afinaría mejor su estrategia destituyente: fabricaría el golpe de estado sobre excusas legales y artilugios jurídicos que, supuestamente, justificarían la acción militar de franca desobediencia e irrespeto por los poderes establecidos y las instituciones que los representan. Ni el Legislativo, ni el Judicial, pueden decretar un Golpe de Estado, es decir, poner fin a la gestión del Poder Ejecutivo cuando éste no les gusta, ¿o sí?

Es esto lo que se está ensayando en Honduras: apelar a “canales” legales para poner fin por la fuerza a los procesos de cambio que están desarrollándose en el continente. Obviamente, como es natural, el ensayo se lleva adelante en territorios donde los costos políticos resultan menores porque los procesos sociales populares son más débiles, como es el caso de Honduras.

El disfraz “democrático” del Golpe de Estado, anuncia el nuevo estilo autoritario de los poderosos y desnuda el contenido de su “democracia” de mercado: “Cuando me conviene sí, y cuando no me conviene: no.” No es la vuelta al pasado, no hay que equivocarse. Es el anuncio de los nuevos procedimientos de la derecha impotente. El neo-golpismo es “democrático” y “constitucional”. Honduras anuncia por tanto la apertura de una nueva era: la de los “golpes constitucionales”.

Es una alerta clara para los pueblos de América Latina desde el Río Bravo a la Patagonia y, en particular, para quienes encabezan procesos de cambio; el mensaje del poder es claro: “Si sigues desobedeciendo, te sacamos. ¿Y qué?”. Los neo-golpistas están tranquilos: cuentan con el apoyo de los medios de prensa mundiales, los cuales, en pocos minutos imponen ante el mundo el mensaje que desean instalar. Así pudo comprobarse en las más importantes cadenas televisivas internacionales: el usurpador de la presidencia de Honduras, no fue ni es llamado como tal, sino “Nuevo Presidente”, como si fuera el sucesor de Zelaya y no el cómplice del asalto y destitución forzada del gobernante.

La complicad de los medios no es un dato nuevo. Pero sí lo es el formato del golpe: apoyado en un manto de supuesta y fraguada legalidad respaldada por los Jueces Supremos y el Parlamento. Para eso quieren ahora estar en los parlamentos: no para ser mejores representantes de los pueblos, sino para llevar adelante sus proyectos de clase o, si esto no es posible, impulsar golpes de estado, ocultando su conspiración tras el manto “constitucional”.

Pero la historia no es unidireccional ni unidimensional. Si hoy se tolera el “golpe democrático” en Honduras con la excusa de “salvaguardar la constitución”, se está adelantando y asentando también una justificación por precedente, para la posible ocurrencia de “golpes constitucionales” de otros signos políticos. Las reglas del juego democrático exigen, precisamente por ello, paridad en su cumplimiento. En caso contrario, dejan de ser reglas del juego para transformarse en trucos de un sector de la sociedad para ganar tiempo político y engañar a las mayorías en favor de sus empresas. La seguridad democrática, vista desde los pueblos, consiste precisamente en eso: construir garantías biunívocas para que cada pueblo pueda construir con autonomía e integridad el modo de vida que considere idóneo y necesario a para sí, en paz y respeto hacia los demás pueblos y procesos.

Llegados a este punto, vuelve a emerger al centro de la escena una cuestión política de fondo: Los procesos sociales de cambio solo pueden ser tales, si se construyen articulados a las fuerzas sociales, culturales y políticas que apuestan al cambio y generan el consenso social necesario para llevarlo adelante. Y esto solo puede realizarse desde abajo, cotidianamente, en todos los ámbitos del quehacer social y político: en lo institucional y en la sociedad toda. Un empeño político y social de esta naturaleza, no se alcanza espontáneamente. No basta con que un mandatario tenga una propuesta política que considere justa o de interés para su pueblo; es vital que el pueblo, los sectores y actores sociales y políticos sean parte de la misma, que hayan participado en su definición, que se hayan apropiado de ella.

No hay hechos mágicos en la política, mucho menos si se trata de cambiar la correlación de fuerzas hegemónicas hacia una nueva composición política y social de fuerzas a favor de cambios sustantivos: construir caminos para salir del egoísmo agonizante del mercado y avanzar hacia sociedades solidarias. Se trata de un cambio de hegemonía que reclama construir la fuerza social, política y cultural, el actor colectivo, capaz de diseñar y decidir el rumbo y el ritmo de los cambios, llevarlos adelante, sostenerlos y defenderlos. Esta también es una enseñanza vital para los procesos actuales que en América Latina apuestan por cambiar la realidad de injusticia y discriminación, que apuestan a profundizar la democracia, sacándola del recinto del mercado para ampliarla y rediseñarla acorde con el crecimiento político-cultural de los pueblos, construyendo una democracia ciudadana con igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades para todas y todos.

Este es el camino de la seguridad democrática que necesitan los pueblos de América Latina, es el único camino para que el debate de ideas pueda fluir sin el acecho nocturno de los viejos o nuevos “Golpes” a la razón democrática que reclama la humanidad en el siglo XXI. Ojala la retórica democrática que se levanta desde el poder cuando no le resultan los procesos en otras latitudes, sea igualmente contundente cuando se atenta abierta y descaradamente contra un proceso legítimamente democrático como el de Honduras. Recordemos aquello de: “en el mundo globalizado bajo la hegemonía del capital, las lecciones en un sentido u otro son siempre globales”.

Juan Carlos Gil Rupérez
C/ Pablo Aranda, 3 28006 Madrid
Tfno: 91 5902672 (ext. 347) Fax: 91 5902673

Fundación Entreculturas
Escuelas que cambian el mundo
www.entreculturas.org