17 mayo, 2011

Comentario a la prensa sobre el 15M (Mayo 2011)

Nos llega esto a través de un grupo de Zaragoza que ha participado en las movilizaciones convocadas el 15 de Mayo de 2011


Aturdido. Todavía emocionado. Abro la prensa buscando la noticia. 15M. Leo y no entiendo nada. Como si no hubiesen estado allí. En primer lugar detecto un lugar común. Insistente hasta la médula. Se trata de reducir el fenómeno 15M a un fenómeno de la juventud. Sacrificarlo a su juventud.

Y efectivamente, la “juventud” (sea lo que eso sea) estábamos allí. Al fin y al cabo somos muchos y estamos jodidos. Tenemos todavía la sangre caliente y un agujero por futuro. Si nosotros no estábamos allí ¿quien podría estar? Pero no estábamos sólos. Ni mucho menos. Para mí que soy joven esa era, precisamente, la noticia. Junto a la “juventud” marcharon por las calles muchos otros. Junto a nosotros había ancianos, madres y padres (¿dejas de pertenecer a la “juventud” cuando tienes hijos?) con sus hijos de las manos, gente que ya no es joven y que todavía no es anciana (¿como llamarlos? me encuentro atrapado por ese juego de nombres en el que quieren encerrarnos) pero que está tan jodida, tan aburrida, tan hasta arriba de la mierda que nos llueve como nosotros, los llamados “los jóvenes”.

Y eso significa algo. Algo realmente importante. Porque allí, en las calles, gritando hasta morir, no estábamos sólo los que con toda seguridad podíamos estar. Estaban muchos más. Gritando con nosotros. Haciendo un Nosotros que borra todas las distancias que quieren imponernos.

Hablo con uno de los organizadores de la marcha en mi ciudad. No se cual es exactamente su edad. A mis ojos anda todavía un poco por debajo de los cincuenta. Me confiesa: no me movilizaba desde el 83. Yo ni siquiera había nacido. “Despues de tantos años he despertado de un sueño” me dice y no sabe como sus palabras me emocionan.

Ellos (aquellos contra los que gritamos) querrían no enterarse. También que nos confundamos nosotros mismos. Hay un beneficio en la idea de plantear la protesta en la clave de un conflicto intergeneracional. De este modo es posible difuminar la verdadera naturaleza del conflicto que ayer tomo cuerpo en las calles de este país. Olvidar que lo que se hizo patente es un conflicto de clase vertebrado por una linea muy clara. De un lado el gran capital, la banca, los especuladores financieros y la patronal junto con sus lacayos, los políticos profesionales de todos los colores, los burócratas de las instituciones financieras, FMI y UE (¿alguien puede pensar ya que la UE es otra cosa que una gran institución financiera?). Del otro todos los demás. Los peones de este gran juego de acoso y derribo que empezó ya hace tantos años. Podemos ponernos nombre (las trabajadoras, los parados, los jubilados, las jóvenes) pero sólo jugaríamos a un juego que no es el nuestro.

“Todos” somos los que apenas ya podemos respirar, porque la bota que se hunde en nuestro pecho aprieta cada día más. Locos porque no sabemos como liberarnos de ella. Si a ti te cuesta respirar sabes de lo que estoy hablando. Si no, ten cuidado: ¿tu respiración se hace cada día más lenta y más pesada? ¿te cuesta más fatiga que ayer? Pronto serás uno de nosotros. Algunos querrán creer todavía que no, que ellos también pueden ser unos triunfadores. Si es así sólo puedo decir una palabra: jodete.

Si ni siquieras sabes de que hablo enterate: contra ti estamos gritando.

Los sin futuro, los humillados, los perdedores, somos todos los que estamos abajo en este sistema. No importa los años que marque nuestro DNI. Y ayer estuvimos allí.


Zaragoza, 16 de mayo de 2011

14 mayo, 2011

Proceso 4F - Carta abierta de la madre de Rodrigo Lanza en relación al suicidio de Patricia Heras

Carta abierta de Mariana Huidobro (la madre de Rodrigo Lanza) al Alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, en relación con el suicidio de Patricia Heras

Señor Jordi Hereu:

Este martes 26 de abril del 2011 se suicidó Patricia Heras, una de las encarceladas por el caso de Sant Pere mes Baix.

Le refrescaré la memoria por si no sabe a quien me refiero. 

El 4 de febrero del 2006 se realizó una mega-fiesta en una casa ocupada, de propiedad del Ayuntamiento, y que había sido precintada. Los vecinos reclamaban por el ruido y se dispuso la presencia en el lugar de cuatro Guardias Urbanos. Cerca de las 6,30 am de esa mañana, se produjo un enfrentamiento, en el que, desgraciadamente, quedó en estado vegetal un policía. Se detuvieron a siete personas en el lugar. Tres de ellas que estaban en la calle y cuatro que salieron de la fiesta. Mas tarde, se detuvo a Patricia y a un amigo suyo en un hospital.

Esa mañana la policía entrego un informe al entonces Alcalde de Barcelona, Joan Clos que, como el mismo ha incluso ratificado anos después, decía que “una maceta lanzada desde el interior del edificio” había herido al policía.

Nadie sabe que sucedió con ese informe, al parecer ni el mismo señor Clos, pero desde luego que usted, señor Hereu si lo sabe. Usted era entonces Concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, y es lógico que en una situación tan grave, este informe halla seguido su curso correspondiente antes de llegar al entonces Alcalde.

También sabe de este documento la, entonces Consejera de Interior, Montserrat Tura.

Pero claro, había un policía gravísimo, y el Ayuntamiento era propietario del edificio desde el que se lanzo la maceta, ademas de responsable de haber enviado a cuatro policías, sin protección, a un lugar donde habían mas de 1.500 personas.

Lo que si se, es que el informe desapareció La versión de la policía fue cambiada por otra que permitía culpar a las personas detenidas al azar y, de esta manera, sacarse la responsabilidad de encima y comunicar con bombos y platillos que “justo”, increíblemente, se había arrestado a todos los culpables del altercado.

Para hacer esta nueva versión, hicieron pasar a los camiones de limpieza del Ayuntamiento que lavaron la calle borrando todas las pruebas. Luego redactaron el cuento con los nombres de los detenidos, culpando de lo mas grave a los sudamericanos.

Esto, señor Alcalde, se llama corrupción y racismo. 

A mi, como madre de Rodrigo, el principal inculpado, se me habla siempre del policía herido. Claro. Hay una victima grave: hay un policía que quedo para siempre en estado vegetativo. Pero ustedes, para quitarse la responsabilidad, en vez de investigar lo sucedido, que es lo que todos siempre hemos pedido, cambiaron los hechos, callaron la prensa, culparon a los mas débiles y luego pintaron la situación con bonitas palabras.

Le dijeron a la mujer del policía y a sus hijos que fue Rodrigo quien lanzo una piedra (la segunda versión es de una piedra lanzada desde la calle, así podían acusar a alguien que detuvieron allí y que no estaba en la fiesta). No les interesa que esa mujer sepa la verdad, al contrario, así para ella su dolor tiene un rostro, mi hijo. Así ella no sabe de la responsabilidad del Ayuntamiento por la situación de su esposo. Jugaron con el derecho de ella y de sus hijos a saber la verdad, o al menos, a intentar saber que sucedió

A los tres sudamericanos se los tuvo dos anos en prisión preventiva. Le recuerdo señor Hereu, que hicimos hasta una huelga de hambre para pedir justicia. Le recuerdo que prometió en publico recibirme, para luego no hacerlo.

Se realizo una farsa de juicio, porque la sentencia de culpables ya estaba escrita tanto por usted como por la señora Tura. Se apelo al Tribunal Supremo que ratifico la sentencia. Se pidió un indulto. Nada.

Los cinco principales acusados tenían que entrar a prisión.

Rodrigo ya ha cumplido mas de tres años preso. Esto le paso a los 21, ahora tiene 26.

Patricia entro en octubre a la cárcel Salio dos meses después en tercer grado. Tenia que ir a dormir a la cárcel y trabajar durante el día

A veces la iba a ver a su trabajo, me abrazaba entusiasta pero me decía lo difícil que se le hacia ir a dormir a la cárcel Ya se que no le interesa, pero igual se lo digo. Patricia tenia una mirada tan transparente que la ocultaba entre dos rizos, porque era un mirar abierto, de un espíritu hermoso y bueno, pero herido y sufriente. Patricia era un ángel que necesitaba sus alas para volar, y ustedes se las cortaron.

Yo puedo entender a los policías que mintieron, acusando a los chicos, porque eran amigos del policía herido y necesitaban descargar su rabia con alguien. Lo podría entender, pero no lo acepto. Lo que no puedo ni entender ni menos aceptar es planificar un montaje para culpar a inocente, lo que hicisteis vosotros, los políticos

Usted la mato, señor Hereu, la mato su cobardía, su falta de carácter y sentido de la justicia, su inmoralidad como político representante de todos nosotros desde su protegido ministerio.

La mato Montserrat Tura, por los mismos motivos.

Es culpable de su muerte también Joan Clos, que no hizo nada ni fue al juicio para ratificar lo que ya había dicho: que las acusaciones eran falsas.

También son culpables de su muerte la Jueza de Instrucción Carmen García Martines, los jueces de la Audiencia Provincial Jesús Barrientos Pacho, Carlos Mir Puig y Jesus Navarro Morales y los jueces del Tribunal Supremo D. Adolfo Prego de Oliver y Tolivar, D. Perfecto Andrés Ibáñez, D. José Ramón Soriano Soriano, D. Manuel Marchena Gómez, D. Luis-Román Puerta Luis.

Todos vosotros matasteis a Patricia, y yo no se los perdonaré jamas.

Los desprecio porque sois corruptos y malvados, y les tengo lastima porque no llegáis ni a la sombra de Patri, ni de mi hijo Rodrigo, ni de ninguno de estos chicos y chicas acusados y castigados tan injustamente.

Habéis tratado de corromperlos a ellos, de hacerlos mentir con promesas de libertad para probar el montaje construido, pero no lo habéis logrado.

Patricia tuvo que volar en la libertad de la muerte.

Rodrigo está y seguirá luchando desde la cárcel, siendo, como el dice, libre a pesar de los muros, porque en el mundo, aunque ustedes no lo veáis, aun hay belleza, amor y valores, aun hay personas que no se dejan ensuciar con vuestra mierda y que, cada uno en su modo, son libres a pesar de las cárceles.
Y yo, Señor Hereu, no pararé hasta que halláis pagado vuestros crímenes, a no ser de que tengáis un ápice de humanidad e intentéis reparar lo irreparable.

Con desprecio

Mariana Huidobro

Proceso 4F y suicidio de Patricia Heras

Antes de despedirse de la vida Patricia dejó escrito un poema que hiela la sangre y nos habla del infierno que vivió durante estos años:
ABSOLUCIÓN
He ahorcado a mi inocencia.
Su orgullo adolecido aún voraz no impide que se mee encima,
su belleza efímera,
expira con los últimos latidos suplicantes.
Perdida entre flujos corporales viscosos y detritos.
La he visto patalear rabiosa e indefensa hasta morir,
parecía más humana que yo,
en su rostro desfigurado leo un pánico sumiso y crudo
que me arde entre las piernas…
Le he cortado el cuello a mi ilusión,
la colgué de un semáforo ciego
y vi cómo se desangraba incrédula,
borboteando nerviosa,
vi el dolor brillar muy cerca,
se fue apagando velado tras su mísero destino.
Abro la caja y está vacía.


El pasado 26 de abril de 2006 Patricia Heras, una de las personas encausada en elproceso judicial conocido como 4F decidió de forma voluntaria quitarse la vida. Con este trágico gesto Patricia puso fin al infierno que se había iniciado con su detención arbitraria en un hospital aquel 4 de febrero de 2006 y que llevó a incluirla en un sumario que llevaba el término culpable redactado de ante mano.
Patricia Heras inicio su particular viaje al infierno aquella mañana del 4 de febrero de 2006 en la que fue detenida junto con un amigo en un hospital de Barcelona. Un infierno personal que la llevo de hospitales a comisarías, de salas de interrogatorios a tribunales de justicia, donde al parecer esta brilla por su ausencia. Un infierno personal que se completó conuna sentencia de prisión efectiva por una acusación con la que nada tenía que ver y por la que hasta el 26 de abril se encontraba en régimen de tercer grado.
Patricia decidió que no quería volver a dormir a la cárcel y se despidió de nosotros con un trágico gesto que le devolvió la libertad arrebatándole la vida.
Patricia había sido detenida la misma mañana en la que se produjeron los hechos que dieron pie al proceso jurídico que durante todos estos años se ha conocido bajo el nombre de 4F. Aquella mañana había sufrido un accidente de bicicleta y trasladada en ambulancia junto con su amigo a un hospital donde fueron trasladados algunos de los jóvenes que habían sido detenidos horas antes en las cercanías de la calle Sant Pere Mes Baix. Estos jóvenes, entre los que se encuentra Rodrigo Lanza actualmente en prisión por estos hechos, habían sido detenidos por haber supuestamente agredido a un agente de la Guardia Urbana. Sin embargo desde un primer momento hay que tener en cuenta que todos los acusados afirman que lo que agredió al policía fue una maceta lanzada desde una de las ventanas del edificio. El propio Joan Clos, alcalde de Barcelona en la época,habló publicamente de un informe policial que se refería a una maceta para inmediatamente despues cambiar la versión de los hechos ante el temosr que el ayuntamiento de la ciudad condal se viese perjudicado al corresponderle la titularidad del local donde se estaba realizando la fiesta.
La Guardia Urbana procedió a su detención porque Patricia respondía al “perfil estético” del “peligroso okupa” que andaban buscando para completar una operación represiva que ahora trataré de explicar y mostrar de esta manera un sumario convincente.
Patricia
Para entender cómo se produjeron aquellas detenciones en Sant Pere Mes Baix y las posterior detención de Patricia en el hospital es recomendable escuchar el programa en el que Radio Onda Expansivaentrevista a Mariana, madre de Rodrigo Lanza, y a un compañero del grupo de apoyo con los procesados donde se explican las claves de este proceso.
Es preciso también señalar que durante el desarrollo de la vista oral uno de los peritos que participó en el juicio dijo textualmente que era imposible que una supuesta piedra lanzada a ras de suelo hubiera causado las lesiones craneales que presentaba el agente. Un testimonio que a pesar de todo no fue tenido en cuenta.

La detención de Patricia Heras aquella mañana en el hospital responde a una de las constantes por la que parece regirse la justicia desde tiempos inmemorables: no interesa tanto buscar a los autores materiales responsables de los hechos sino encontrar perfiles sobre los que cargar la culpabilidad de los mismos. Carpetazo al asunto.

Patricia, que había acudido a un hospital tras haber sufrido un accidente, estaba en el lugar y la hora equivocada, pero sobre todo encajaba con un determinado perfil que la policía buscaba, a saber, joven, de aspecto “alternativo”, con heridas en el cuerpo. Para policías y jueces argumentos necesarios que certificaban su culpabilidad.



Que la tierra te sea leve, Patricia

El Proceso 4F y el suicidio de Patricia Heras

Antes de despedirse de la vida Patricia dejó escrito un poema que hiela la sangre y nos habla del infierno que vivió durante estos años:
ABSOLUCIÓN
He ahorcado a mi inocencia.
Su orgullo adolecido aún voraz no impide que se mee encima,
su belleza efímera,
expira con los últimos latidos suplicantes.
Perdida entre flujos corporales viscosos y detritos.
La he visto patalear rabiosa e indefensa hasta morir,
parecía más humana que yo,
en su rostro desfigurado leo un pánico sumiso y crudo
que me arde entre las piernas…
Le he cortado el cuello a mi ilusión,
la colgué de un semáforo ciego
y vi cómo se desangraba incrédula,
borboteando nerviosa,
vi el dolor brillar muy cerca,
se fue apagando velado tras su mísero destino.
Abro la caja y está vacía.

El pasado 26 de abril de 2006 Patricia Heras, una de las personas encausada en el proceso judicial conocido como 4F decidió de forma voluntaria quitarse la vida. Con este trágico gesto Patricia puso fin al infierno que se había iniciado con su detención arbitraria en un hospital aquel 4 de febrero de 2006 y que llevó a incluirla en un sumario que llevaba el término culpable redactado de ante mano.
Patricia Heras inicio su particular viaje al infierno aquella mañana del 4 de febrero de 2006 en la que fue detenida junto con un amigo en un hospital de Barcelona. Un infierno personal que la llevo de hospitales a comisarías, de salas de interrogatorios a tribunales de justicia, donde al parecer esta brilla por su ausencia. Un infierno personal que se completó conuna sentencia de prisión efectiva por una acusación con la que nada tenía que ver y por la que hasta el 26 de abril se encontraba en régimen de tercer grado.
Patricia decidió que no quería volver a dormir a la cárcel y se despidió de nosotros con un trágico gesto que le devolvió la libertad arrebatándole la vida.
Patricia había sido detenida la misma mañana en la que se produjeron los hechos que dieron pie al proceso jurídico que durante todos estos años se ha conocido bajo el nombre de 4F. Aquella mañana había sufrido un accidente de bicicleta y trasladada en ambulancia junto con su amigo a un hospital donde fueron trasladados algunos de los jóvenes que habían sido detenidos horas antes en las cercanías de la calle Sant Pere Mes Baix. Estos jóvenes, entre los que se encuentra Rodrigo Lanza actualmente en prisión por estos hechos, habían sido detenidos por haber supuestamente agredido a un agente de la Guardia Urbana. Sin embargo desde un primer momento hay que tener en cuenta que todos los acusados afirman que lo que agredió al policía fue una maceta lanzada desde una de las ventanas del edificio. El propioJoan Clos, alcalde de Barcelona en la época,habló publicamente de un informe policial que se refería a una maceta para inmediatamente despues cambiar la versión de los hechos ante el temosr que el ayuntamiento de la ciudad condal se viese perjudicado al corresponderle la titularidad del local donde se estaba realizando la fiesta.
La Guardia Urbana procedió a su detención porque Patricia respondía al “perfil estético” del “peligroso okupa” que andaban buscando para completar una operación represiva que ahora trataré de explicar y mostrar de esta manera un sumario convincente.
Patricia
Para entender cómo se produjeron aquellas detenciones en Sant Pere Mes Baix y las posterior detención de Patricia en el hospital es recomendable escuchar el programa en el queRadio Onda Expansiva entrevista a Mariana, madre de Rodrigo Lanza, y a un compañero del grupo de apoyo con los procesados donde se explican las claves de este proceso.
Es preciso también señalar que durante el desarrollo de la vista oral uno de los peritos que participó en el juicio dijo textualmente que era imposible que una supuesta piedra lanzada a ras de suelo hubiera causado las lesiones craneales que presentaba el agente. Un testimonio que a pesar de todo no fue tenido en cuenta.

La detención de Patricia Heras aquella mañana en el hospital responde a una de las constantes por la que parece regirse la justicia desde tiempos inmemorables: no interesa tanto buscar a los autores materiales responsables de los hechos sino encontrar perfiles sobre los que cargar la culpabilidad de los mismos. Carpetazo al asunto.
Patricia, que había acudido a un hospital tras haber sufrido un accidente, estaba en el lugar y la hora equivocada, pero sobre todo encajaba con un determinado perfil que la policía buscaba, a saber, joven, de aspecto “alternativo”, con heridas en el cuerpo. Para policías y jueces argumentos necesarios que certificaban su culpabilidad.


Que la tierra te sea leve, Patricia

12 mayo, 2011

Carta de José Arregui a Obama

La justicia de Obama

            Hace dos años y medio, fui de los muchos que celebraron la victoria de Barack Obama como signo de esperanza para todo el planeta. Ahora veo que nos sobró entusiasmo, una vieja palabra griega que significa algo así como “estado de inspiración divina”, pero era comprensible, porque veníamos de la larga pesadilla de Bush al frente de América y del mundo, y porque una pequeña chispa suele bastar a veces para que prenda en nosotros el fuego sagrado que nos habita. Necesitábamos recuperar un poco de confianza en el ser humano tan frágil, en la justicia tan insegura, en el futuro tan incierto, y Barack Obama encendió nuestras mejores esperanzas.
Pero las mejores esperanzas dejan paso fácilmente a los mayores desengaños, y entonces nos quedamos sin fuego divino, y el alma nos pesa. La pesadumbre me embargó el lunes por la mañana, cuando escuché al presidente americano, con el tono de las ocasiones más solemnes, anunciar la muerte de Bin Laden y sentenciar luego: “Se ha hecho justicia”. Fue como el triste final de una historia de desencantos que, mes a mes, han ido en aumento durante los dos últimos años, a medida que el realismo se imponía sobre el sueño en todos los campos, de Palestina a Afganistán, del Congo a Guantánamo.
¿Se ha hecho justicia? ¡Mentira, señor Obama! “Se ha hecho venganza”.  Ud. llama justicia a la venganza, simplemente porque tiene el poder para dictar la ley que le conviene y para saltarse incluso su propia ley, si así le conviene, sin miedo a ser sentado ante ningún tribunal. Nos ha traicionado. Ud. ha traicionado la esperanza de la humanidad y del planeta, la pobre esperanza huérfana que depositamos en su inspirada palabra, en sus bellos propósitos, en su gran corazón y hasta en su hermosa piel. ¿Qué aprenderán de Ud. sus hijas, y los hijos y las hijas de todos los americanos? ¿Con qué modelos reforzaremos el escaso entusiasmo ético y político de nuestros jóvenes alumnos que mañana deberán hacerse cargo del presente y del futuro?
Bin Laden era un asesino, nadie lo discute. Llevaba consigo una siniestra historia de bombas suicidas, de bombas asesinas, de sangre, de lágrimas, de luto. Era un terrorista, nadie lo niega. Ha manchado de infamia y de muerte el santo nombre de Allah el Compasivo, el Misericordioso; ha contaminado de odio y fanatismo a la numerosa y pacífica comunidad de musulmanas y musulmanes. Era un asesino, sí, pero el que mata a un asesino sin otra razón y sin otro objetivo que la venganza es también un asesino. Y si fue Ud., como ha reconocido, quien ordenó matarlo, señor Obama –me duele decirlo, pero no puedo callarlo–, Ud. también es un asesino. Y yo también lo soy, pues pago impuestos, compro y vendo en este lado del planeta –el suyo– que se ha erigido en amo y juez de todo el planeta en contra de la justicia.
Hay que impedir al asesino –a todo asesino, y en primer lugar al que tiene poder para saltarse la justicia–, hay que impedirle que mate. Pero nadie creemos que Ud. haya mandado matar a Bin Laden para impedir que mate a otros inocentes. Ud. lo ha matado para saciar el instinto más ciego y más inhumano de esta pobre especie humana llena de terrores: el instinto de venganza. Y no nos engañe, no son los muertos del 11 S los que reclaman venganza. La venganza de los vivos en nombre de los muertos no hace sino envilecer a los muertos y herir aun más su memoria. Los muertos quieren descansar en paz. Los muertos necesitan que desaparezca de la Tierra el odio que les hizo morir. Su predecesor George Bush, siempre en nombre de la justicia, pero por la pura ley de la venganza y sin apenas disimulo, mató a centenares de miles de personas durante 8 interminables años, primero en Afganistán, luego en Irak y luego de nuevo en Afganistán, por no hablar de los muertos de hambre que todos matamos y que no tienen ningún Punto Cero y a quien nadie pone flores en la tumba. También Bin Laden, entrenado y armado en su tiempo por los mismos que ahora le han matado –absurdo mundo, afligida especie–, también él decía matar por justicia, pero era por venganza por lo que mataba, como Ud. ahora.
Tal vez hubiera sido justo matar a Bin Laden si con ello se hubieran salvado vidas ajenas. Yo no creo, en efecto, a quienes enseñan que ninguna causa nunca puede nunca justificar que se mate, pues esos mismos aceptan luego la legítima defensa como excepción, o justifican incluso guerras y penas de muerte, cuando no justifican directamente la venganza, como todos aquellos que han celebrado este asesinato de Bin Laden.  No, nuestra vida no es un valor absoluto. La vida de cada uno está ligada a la vida de los otros, al igual que la muerte. Vivimos juntos y morimos juntos. O vivimos todos o morimos todos. La vida de todo viviente –también la del asesino– se debe a los otros, para que otros no mueran, para que vivan. Pero Ud., señor Obama, no mandó matar a Bin Laden para impedir que otros murieran ni para que vivamos todos en un mundo más humano y seguro. No fue ese su motivo, y no será ese el efecto, pues es seguro que su asesinato –múltiple, por cierto– hará que haya más muertos. La alarma y el miedo no han hecho sino aumentar. Cuanto más odio, más peligro. Cuanta más venganza, más muerte, hasta que muramos todos. Lo dijo un santo compatriota suyo y de su mismo color, mártir también él del odio y de la venganza, mártir de la no-violencia: “Ojo por ojo y todo el mundo quedará ciego”. Luther King, el sí fue mártir de la verdadera justicia. Nosotros pensábamos que Ud. había tenido el sueño de aquel santo, pero tristemente nos engañábamos.
No sabemos quién empezó esta espiral de muerte, pero sabemos que solo acabará cuando dejemos de matar en nombre de la justicia, cuando arranquemos el odio y hagamos desaparecer la venganza. La justicia no consiste en castigar y matar. La justicia no consiste en hacer expiar al culpable. La justicia consiste en procurar a cada viviente al máximo posible lo que la vida reclama para ser sana y feliz. Y cuando la vida es herida, la justicia consiste en curar. En curar primero a la víctima, pero luego también al victimario, él también herido. Y la venganza, por mucho que nos empeñemos, no cura ni a la víctima ni al victimario. ¿Quién es la víctima, quién es el victimario? No conozco a nadie que sea solo víctima, ni a nadie que sea solo victimario. Somos Caín y Abel. Todos somos Caín, y llevamos una interminable historia de muertes sobre los hombros. Pero también a Caín, Dios le puso una marca en la frente, para que nadie le matara. Todos somos Abel, pobres víctimas desde el inicio de los tiempos, heridos desde siempre. Pero no se curarán nuestras heridas, mientras no se curen también las heridas de Caín, que son también nuestras propias heridas. Entonces habrá paz en la Tierra. Entonces, por fin, solo entonces se hará justicia. Solo entonces, pues la justicia es el nombre de la paz.
Señor Obama, no siga traicionando esta esperanza que hace dos años y medio predicó al mundo. No defraude más la esperanza divina que despertó en nosotros. No podemos vivir sin fuego en el alma. No podemos vivir sin esperar en el corazón humano, con todas sus contradicciones. No, no podemos vivir sin confiar en la hermandad de los pueblos y en el futuro del planeta. No podemos vivir sin creer en la paz de la justicia, sin esperar que un día haremos que se cumpla el bello salmo que Ud. reza: “La justicia y la paz se besan”. Haga honor a su nombre, sea Ud. bendito y traiga bendición.

José Arregi

Para orar

Creo firmemente que lo conseguiremos.
Creo firmemente en la humanidad.
Creo que, en la noche oscura del mundo,
aunque algunos se empeñen, amanece la paz.

Me niego a creer que el hombre no pueda
hacer con su esfuerzo un mundo mejor.
Me niego a creer que el odio y el racismo
no puedan un día dar paso al amor.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me niego a aceptar las noches de odio,
las noches de guerra, noches de dolor.
Me niego a creer que somos cautivos
del miedo, el fracaso, de alzar nuestra voz.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me niego a aceptar noches sin estrellas, ´
días sin ternura, meriendas sin pan.
Me niego a aceptar que los obuses que estallan,
cañones de odio, construyan la paz.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me atrevo a creer en el corazón,
en tardes de abrazos y de primavera.
Pancartas de paz, justicia, ilusión.
Se escucha el rumor de la nueva era.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

(Asamblea de cristianos de base de Asturias)

04 mayo, 2011

Sobre la Jornada Mundial de la Juventud, España 2011

La plataforma de Redes Cristianas, que aglutina a 147 colectivos y organizaciones cristianas españolas, ha elaborado un cuadernillo sobre la próxima visita papal a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Además de la edición en papel, está disponible en esta web.