23 abril, 2011

Episodios en Costa de Marfil

I.T.C.J. Abidján 19-04-11
Instiut de théologie de la Compagnie de Jésus
27 B.P.884 Abidjan 27 Côte d’Ivoire
Rectorat

Muy querido compañeros:

La dura prueba de mantenerse firmes en esta situación caótica de la actual Costa de Marfil (inseguridad con muchas armas en circulación) tomó una dimensión dramática ayer. Los hombres armados que nos visitaron hace una semana (el sábado 9 de abril)han vuelto, en número mucho mayor armados hasta los dientes. Tenían un lanza granadas, fusiles de asalto, pistolas y una larga cadena de municiones. Eran alrededor de las 20h. Después de saltar nuestra valla desde diferentes puntos de nuestro solar, los bandidos inmovilizan a los guardianes de la casa. Enseguida dicen a dos de los guardianes que vayan a buscarme. Mientras tanto retienen al guardián Diarra que habla perfectamente el “dioula”. Con él, siempre negociando y asegurándoles que esta casa es un lugar de formación y que los estudiantes están ausentes, visitan las clases, el aparcamiento de coches, la cocina, el comedor, sin dejar de interceptar de paso a dos religiosas Xavières que venían hacia Tansi. Pillan por sorpresa a los padres que estaban a punto de comer.
Pascal cuenta, que habiéndoles sorprendido en el momento de comer, los bandidos han acudido al frigorífico para servirse bebidas, luego han les han obligado a subir al piso de arriba en donde han entrado en todas las habitaciones, apoderándose de los objetos personales de los compañeros: ordenadores portátiles, lectores de disquetes, diversos aparatos, ropa y otros objetos, la TV de Tansi. Las habitaciones de Pascal, Bienvenu, Aurelien y de Hervé-Noël son las más castigadas. Las han puesto patas arriba y han arramblado con todo. Hervé-Noël ha sido apaleado y puesto de rodillas, para robarle todo lo que llevaba encima. Todos los formadores, el guardián Diarra y las dos religiosas han sido puestos juntos en el balcón de Tansi.
En este momento llegaba yo a casa. Yo había ido a cenar con nuestros colaboradores laicos en el edificio Favre. Algunos iban a irse mañana para reunirse con sus familias y deseaban compartir esta cena conmigo. Llego acompañado por dos vigilantes. Los bandidos me lanzan la orden de subir al piso de arriba donde estaban nuestros compañeros jesuitas, las religiosas y los guardianes. Me reciben muchos hombres armados. Intento averiguar quién es el jefe. No quieren decir quién es. Les digo que esta casa es una casa de oración. Uno de ellos, un poco voluble, empieza a decirme que vienen a ver si ocultamos armas y rebeldes. Añade: “La Iglesia ha recibido mucho dinero del antiguo Presidente” Luego, uno de ellos, armado con su fusil de asalto me hace entrar solo en la habitación del padre Pascal. Me quita el móvil y el poco dinero que tenía en el bolsillo. Le propongo que visite las habitaciones si son armas lo que busca. Amenaza con matarme si no le digo dónde se encuentra la caja fuerte de la casa. Le digo que somos una casa religiosa y que no disponemos de mucho dinero. Por otro lado, los bancos están cerrados ahora. Si lo desean, pueden acompañarme hasta el despacho.
Todos se ponen en marcha hacia el despacho. En la escalera, he querido dar media vuelta para ir a buscar la llave del despacho que estaba en mi habitación, cuando uno de ellos ha puesto su pistola en mi sien. “Os lo aseguro, yo quiero solamente coger la llave y si quieres me acompañas” Después de haber cogido la llave de mi puerta, me uno a mis compañeros, los guadianes y las dos religiosas, camino de la administración. Mathieu, nuestro ecónomo, me sugiere en voz baja que mejor vayamos a su despacho. En efecto, unos días antes, habíamos previsto esta eventualidad y preparado aquello que estábamos dispuestos a perder. Mathieu y yo íbamos delante seguidos por dos gánsters.
Al llegar al edificio de la administración, dos hombres estaban tendidos en el suelo, rostro a tierra. Mathieu dice que no tenemos caja fuertebpero sí una poequeña caja que abre para ellos. Cogen la caja, pero insisten en ver la caja fuerte. Mientras tanto, otro desenchufa los ordenadores de despacho de Mathieu y también el portátil, y se los lleva. Otro, de gatillo fácil, arma su ametralladora y se pone en posición de tiro, cambia de postura y dispara sobre el falso techo. Para asegurarse de que no existe ninguna caja fuerte uno de los bandidos pide a una de las religiosas que les diga la verdad. Casi en lágrimas, ella dice que ha tenido que dejar el barrio de Abobo sin llevar nada encima. Entonces, el que parecía ser el jefe, les da la orden de salir. Nos obligan a echarnos al suelo, mientras ellos abandonan el lugar. Cinco minutos después todos se habían ido.
Enseguida nos hemos reunido todos en Tansi para hablar un poco. Llamo a los Capuchinos para advertirles de nuestro infortunio, pero el superior me hace saber que los bandidos se acaban de marchar después de desvalijarlos completamente.
Poco después de las 22h, un fuerte viento sacude la ciudad que arranca muchos árboles del I.T.C.J. y nos corta la comunicación con el exterior. Estos momentos han sido muy penosos para cada uno de nosotros, y entrar en la habitación propia para pasar la noche ha sido difícil para algunos de nosotros. Esta mañana intentamos evaluar todavía la tragedia que acabamos de vivir. Nos dedicaremos a organizarnos lo mejor posible tomando las medidas convenientes.
¡Rezad por nosotros, y que Dios os guarde!
¡Buena semana santa! La Pascua no está lejos.

P. Victor Adangba, SJ
(Tradujo del francés: Manolo Fortuny)

18 abril, 2011

Dramático SOS desde la diócesis de Tumaco (Colombia)


"Nos están matando y aquí todos tenemos miedo de hablar"
"Por favor difundan este informe en los medios, es cuestión de vida o muerte"
por Redacción de Religión Digital, 13 de abril de 2011

"Nos están matando y aquí todos tenemos miedo de hablar, pues los asesinos amenazan de muerte a todo el que denuncie algo. Pero nosotros como Iglesia hemos decidido levantar la voz, con muchísimo miedo, pues ya asesinaron a nuestra anterior directora de la Pastoral Social (hermana Yolanda Cerón).

No nos podemos quedar callados y atenazados por el miedo, aunque sabemos que por esto nos estamos arriesgando a ser asesinados. Por esa razón, en este arriesgado esfuerzo que hacemos por denunciar lo que aquí sucede, les pedimos que nos ayuden a levantar la voz internacionalmente para que se defienda a nuestro pueblo. Que hagan saber lo que aquí pasa.

La Iglesia Católica acaba de publicar un informe sobre las violaciones a los Derechos Humanos en Tumaco - Sur de Colombia. El informe nos relata de primera mano una preocupante realidad, que empeora cada año.

Cada año aumentan los asesinatos, especialmente de jóvenes. La causa: los grupos armados paramilitares que controlan la ciudad e imponen sus normas, sin que la Fuerza Pública los controle. Muchos hablan de corrupción y complicidad. Los habitantes de los barrios son controlados por una nueva policía ilegal que se llaman grupos paramilitares.

Aumentan los desplazados internos, en el año 2010, y solo en nuestra región, fueron desplazadas 87.443 personas. ¿Por qué dejan sus casas? por las amenazas de los grupos armados ilegales (paramilitares y guerrilla) y por el impuesto revolucionario que imponen. Colombia es el país que registrael mayor número de desplazados internos en el mundo

Estados Unidos con el Plan Colombia sigue fumigando con glifosato (producto prohibido en el resto del mundo), los ríos y los pueblos rurales. Por cada hectarea de coca fumigan 20 hectares de productos comestibles, matan todo, generando hambre y enfermedades.

Los indígenas awá han sufrido grandes masacres el año 2010, crímenes que siguen en la impunidad. Por esa causa han sido declarados como pueblo en peligro de extinción.

Termina el informe con un relato de la agresión, donde se recogen casos concretos de personas asesinadas, hechos que siguen en la impunidad en su inmensa mayoría.

Necesitamos que se sepa lo que pasa aquí, y que se presione internacionalmente al gobierno colombiano, que nadie diga que en Colombia no pasa nada. por favor difundan este informe en los medios, es cuestión de vida o muerte. QUEREMOS LA PAZ, pero la paz solo se puede construir cuando se sabe la verdad de una situación".

09 abril, 2011

La condena lateral de los enfermos de sida de Costa de Marfil


La muerte  alcanza a las personas portadoras del VIH/Sida en Abidjan.

Desde Diciembre de 2010 hasta este mes de  Abril de 2011, la sombra de la muerte planea sobre  Costa de Marfil. Los enfrentamientos entre los partidarios de Gbagbo y los partidarios de Ouattara han afectado a los civiles y a personas enfermas. En este caos, numerosas personas infectadas por el Vih/Sida no tienen prácticamente ningún acceso a sus tratamientos. La atención terapéutica que reciben psicológica, nutricional, y espiritual de la que se beneficiaban los portadores y enfermos está prácticamente interrumpida. Los hospitales, Centros de salud y de Formación sanitaria, han sido clausurados, saqueados o simplemente destruidos.

Tal es el caso del centro de  Formación Sanitaria Urbana de Anonkua-Kouté (FSU-COM) en el distrito sanitario de Abobo Norte, donde yo he hecho mi apostolado junto a los enfermos del Sida durante tres años, ilustra bien la desolación que se vive en este país. Después de la entrada de los insurgentes en la ciudad de Anonkua-Kouté a principios de Marzo de 2011, la formación sanitaria impartida en el centro gestionado por las Hermanas de la Providencia, ha sido sistemáticamente atacada y anulada.

La farmacia del centro, el servicio de administración, el abundante depósito de retrovirales y medicamentos para los portadores del Vih/Sida han sido saqueados y robados.

Hoy en día más de 1000 personas con un seguimiento mensual  de atención y formación sanitaria han sido privadas de la medicación, y están abocadas a una muerte brutal. Los miembros  de terapia de grupo llamado Afoubenou que se juntaban cada jueves y que se beneficiaban de seguimiento médico, hoy  están dispersos por el país,  condenados a la muerte que llama cada vez más a su puerta. Estos enfermos están hundidos en una tragedia cotidiana. Faltos de medicamentos esenciales para su supervivencia, sus días están contados después de numerosas interrupciones en su tratamiento. Un grito de dolor y de angustia brota de sus corazones. La luz roja está encendida, la cuenta atrás ha comenzado para estas personas cuyo futuro es incierto. Necesitamos volver a reconstruir este centro sanitario que ha sido destruido y que tendrá un mal futuro si no se vuelve a levantar  con la intervención de los hombres y mujeres de buena voluntad.

Este drama no es exclusivo de este establecimiento. Con la difícil situación por la que atraviesa Costa de Marfil desde el estallido de la crisis post-electoral, los pacientes sufren las angustias de la falta de acceso al tratamiento.

Y se puso peor en los últimos dos meses con la ola de violencia en Abidjan y  en el interior del país. Estas dificultades han obligado a las personas, incluyendo a los enfermos a huir de la catástrofe y abandonar la casa a consecuencia de los tiroteos diarios, perdiendo sus enseres tras ellos. Hoy en día la práctica totalidad de nuestros enfermos están privados de medicación y de seguimiento médico. Además de las muertes registradas debido a la guerra, habrá otras muertes debido a la falta de atención y aumento de la pobreza en la que las personas han sido abandonadas.

Las interrupciones de tratamiento, la falta de una nutrición adecuada, las condiciones de vida infrahumanas, la inseguridad, los problemas cardiovasculares, el estrés son situaciones de los enfermos en Costa de Marfil que han abierto la puerta a la muerte de personas que viven con VIH / SIDA.

Harris Tombi, sj.