09 marzo, 2006

Reflexiones de unos trabajadores cristianos de la GM

EL NUEVO "MERIVA" SE FABRICARÁ EN FIGUERUELAS.

Como trabajadores cristianos que participamos en la Pastoral Obrera de nuestra diócesis queremos poner en común algunas reflexiones sobre este hecho tan importante para los trabajadores de Zaragoza y de todo Aragón.

1.- La empresa comunicó públicamente este mismo mes de febrero, por medio de su Presidente de GM Europa, que la siguiente generación del modelo "Meriva" se fabricará aquí en Aragón, en Figueruelas. Se termina así con toda la incertidumbre y tensión vividos en todo Aragón, especialmente por parte de los trabajadores y sus familias, desde el pasado mes de septiembre. Según la empresa, los factores en que se ha basado la empresa para tomar esta decisión, son varios: la eficacia y flexibilidad de la planta de Figueruelas; las inversiones, subvenciones y costes laborales; la logística y la moneda; los tiempos de trabajo, y sobre todo, las cuantiosas inversiones necesarias para incrementar la capacidad de la planta de Gliwice (Polonia) que eran realmente prohibitivas, para como está hoy la GM en el mundo, añadimos nosotros.

2.- Estos son los hechos, pero como trabajadores cristianos y sindicalistas añadimos unas reflexiones que queremos compartir con nuestros compañeros, las centrales sindicales y la Iglesia diocesana de Zaragoza. La Doctrina Social de la Iglesia siempre ha abordado las relaciones entre trabajo y capital destacando la prioridad del primero sobre el segundo: "el trabajo tiene una prioridad intrínseca con respecto al capital". El trabajo, "clave esencial de toda cuestión social, condiciona el desarrollo no solo económico, sino también cultural y moral, de las personas, de la familia, de la sociedad y de todo el género humano" (Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 2004, págs. 142 y 139).

Desde este referente hacemos un discernimiento que nos lleva a sostener que todo lo ocurrido en la planta de Figueruelas desde primeros de septiembre hasta hoy nos debe servir de experiencia a los trabajadores para no volver bajo ningún concepto a inscribirse en el juego que quiera la empresa. No se puede volver a entrar a competir entre plantas y países, entre trabajadores de un país y de otro; en definitiva, no se puede entrar a ver quién se quita más derechos laborales y sociales para ser más competitivos. Los trabajadores no podemos caer en ese juego empresarial, al contrario, cuando se producen esos chantajes es cuando más falta hace la unidad de acción sindical que reclamamos a los sindicatos. Por otro lado, como trabajadores cristianos pensamos también que defender los derechos de los trabajadores, mantener la dignidad humana y rescatar toda sensibilidad obrera son tareas sindicales permanentes, necesarias y obligatorias.

Militantes de la HOAC en GM y Escuela de Formación social de la Delegación de Apostolado Seglar

No hay comentarios: