17 diciembre, 2009

SÁHARA OCCIDENTAL. ¿Y DESPUÉS QUÉ?

Hace poco más de 34 años, mientras los españoles seguíamos con interés la evolución de la lenta agonía del General Franco, saltó a la luz otro titular también de gran repercusión nacional: la desafortunada “marcha verde” que en realidad fue una brutal invasión de Marruecos en territorio todavía español a la que España, por circunstancias obvias, no podía responder. Afortunadamente. Nuestra transición a la democracia transcurrió en paz, perdimos una parte de nuestro territorio y el Sáhara quedó abandonado a su suerte. De sobra sabía Hassan II lo que hacía, eligiendo el momento más oportuno para sus intereses.

El asunto pasó a ser internacional. Se dictaron resoluciones a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui, se paralizó la guerra con la promesa de una solución pacífica…Quién hubiera pensado que 35 años más tarde el problema seguiría sin resolver y que el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui aún estaría por realizar. Sin duda no se esperaba la gran capacidad de resistencia del pueblo saharaui y mucho menos que al cabo de tantos años surgiría una saharaui de segunda generación dispuesta a arriesgarlo todo por su causa, la que heredó de sus antepasados… La política del “desgaste” en este caso no ha dado resultado.

Está claro que al gobierno marroquí le ha sentado como un tiro la mención al coraje de Aminetu por la prestigiosa Fundación Robert Kennedy y que su presencia le resulta molesta en proorción inversamente proporcional al imparable reconocimiento internacional de su persona.

Por su parte ha rechazado todas las soluciones alternativas que desde España se le han ofertado como mal menor para librarla de las “iras” del invasor:

  • obtención de la nacionalidad española, colocándola en situación privilegiada respecto a otros saharauis residentes en España para los que alcanzar dicha solución constituye una auténtica carrera de obstáculos insalvable, incluso demostrando ser descendientes directos de españoles nacidos en la (todavía) provincia 53. Solución que rechaza por motivos obvios. Para esa “migaja” no valdría la pena arriesgar tanto si tenemos en cuenta que lucha por su pueblo, no por ella misma.
  • Condición de refugiada: es difícil imaginar su aceptación dado el extremo al que ha llevado su lucha. Máxime teniendo en cuenta la situación de sus 5 compañeros, encarcelados por motivos similares y que no tuvieron el “privilegio” de retornar a España.

    En los momentos de indefinición que vivimos Aminetu constituye un modelo de valentía y honestidad, a la que no rinden las torturas sufridas en las cárceles marroquíes ni la incomodidad de vivir en territorio ocupado por el enemigo mostrando al mundo entero las atrocidades cometidas a lo largo de tantos años.

    La solución, tan repetida y políticamente correcta de que sean “las propias partes implicadas quienes negocien pacíficamente el conflicto” ¿puede convencer a alguien? ¿Qué puede aportar la parte invadida frente al poderoso invasor apoyado por grandes potencias occidentales? Al que su imagen de apertura le confiere la condición de país “bisagra” con el Magreb, a pesar de “pasarse por el forro” no sólo las resoluciones de Naciones Unidas sino también el respeto a los más elementales derechos humanos. Pero siempre puede amenazar no sólo con dejar de controlar la inmigración ilegal sino también la contención de células integristas en su territorio. Al margen de las insinuaciones sobre Ceuta y Melilla, acalladas desde el pulso de Perejil. ¿Acaso la moneda de cambio fue el Sáhara?

    En este contexto, ¿qué solución queda al pueblo saharaui?

  • ¿Lanzarse a una guerra suicida para que la historia recuerde que hubo un pueblo que supo morir con dignidad?. NO, NUNCA.
  • ¿Seguir subsistiendo dividido entre los territorios ocupados y los campamentos hasta que una nueva generación de políticos, a nivel internacional, reconozca los derechos de las minorías?
  • ¿Cumplir las disposiciones vigentes y realizar de una vez por todas el referéndum para la autodeterminación del pueblo saharaui? OJALÁ.

    Observamos a menudo que cuando un pueblo sufre una masacre, periódicamente siente la necesidad de mostrar al mundo las atrocidades vividas para no caer en el olvido. Desgraciadamente el Sáhara no dispone de efectivos para grandes producciones al estilo de “la Lista de Slinder” o “el niño del pijama a rayas”. O por citar ejemplos más cercanos la entrañable e impresionante película “las 13 rosas”…

    Imaginemos por unos momentos que el pueblo saharaui, cansado de promesas y disposiciones que no sirvan para nada, opta por la primera de las soluciones, apoyado por grandes potencias que - como en todas las guerras - no persigue la justicia sino el “jorobar” al enemigo (en este caso Marruecos) y de paso sacar tajada de los fosfatos y bancos de pesca saharauis. Es más, imaginemos que el Sáhara deja de ser un pueblo pacífico y consigue “embestir” su territorio “a lo bruto” organizando una segunda marcha verde (o negra, o como se le quiera llamar.) Dentro de 35 años ¿también se le seguiría pidiendo a Marruecos que tuviera paciencia y “pactara” con su invasor?

    AMINETU, has demostrado al mundo entero una dignidad y coherencia fuera de lo común. Los que os conocemos de cerca sabemos que es muy duro ver morir a vuestros padres sin ver cumplido su deseo de retorno a la tierra que os vio nacer. Sabemos que en su lecho de muerte, todos vosotros, expresa o tácitamente, tomáis la antorcha de su lucha. Y que vuestros hijos (los que viven lejos) sueñan con volver a la tierra de sus abuelos. Tu lucha ha despertado una causa que estaba dormida. Esperemos y deseamos que demostrar el mundo que “EL SÁHARA TAMBIÉN EXISTE” no te cueste la vida. Te mereces vivir en un Aaiún libre junto a tus hijos.

    TRINIDAD MARÍA DE PABLO MARTÍNEZ

No hay comentarios: